El reportaje de novios, ya sea realizado el mismo día de la boda o bien en una sesión posterior con un post-boda, es probablemente el conjunto de imágenes, junto con la ceremonia, al que más atención prestan los novios a la hora de elaborar su álbum nupcial.
Es por eso que resulta muy importante identificar el estilo de los novios y ajustarnos a él. Y, en esto, el entorno importa y mucho.
En la mayoría de las ocasiones la respuesta entre dos escenarios: o playa o monte, entendiéndo por monte cualquier espacio rodeado de naturaleza o bosque. Esto es, o mar o naturaleza. ¿Cuál el es tu favorito?
En base a esta elección podremos luego conseguir a novios saltando sobre las olas y entre las nubes…
O bien, novios abrazados con velo al viento entre la arboleda…
Podremos inmortalizarlos sobre acantilados imposibles con el mundo entero por mar y aire como horizonte…
O descubrirlos en medio de bosques mágicos y llenos de misterio.
Podemos guardar para siempre ese instante de ternura al atardecer de una playa llena de romanticismo…
O ayudarles a que recuerden siempre el plomizo cielo sobre montañas y barrancos llenos de encanto.
Podemos cazarles en poses divertidas entre las barquitas de la playa…
O sorprenderles jugueteando escondidos entre árboles de un verde inimitable…
Podemos convertirles en sombras sobre el rojo intenso de un atardecer marinero…
O hacer que las luces de las velas bailen a su alrededor colgando desde las ramas…
Podemos recoger para siempre el recuerdo de ese abrazo pasado por agua entre las olas…
O el de ése otro entre hojas y praderas…
Y bueno, si nada de esto es lo tuyo, no te preocupes, que también podemos parar el tráfico en mitad de la city ¡solo para vosotros!
Lo importante, siempre, será vuestra sonrisa. 😀